Se me ocurrió hacer algo como esto, una suerte de diario con solo dos textos por año. El primer baño del año y el primer abrigo de otoño.
Como aquí el frío llega tarde hasta noviembre no merece la pena ponérselo, lo cual es una pena porque tengo uno precioso. Y con el calor, nunca tardo en darme un primer chapuzón en verano.
A si que escribiré uno sobre el mes 6 y otro entre el 10 y 11 de cada año, donde escriba lo que me ha pasado por la cabeza (de lo que me acuerde) desde la última vez.
Como novedad he conseguido una alegría e ilusión por vivir inéditas en mí. Y eso en parte se lo debo a una casualidad del destino que me ocurrió hace un año. Supongo que estas ganas, no de hacer cosas -esa siempre la he tenido- sino ganas de hacer aquello que deba hacer para que pasen las cosas que quiero que sucedan. Me siento ultravaliente. Capaz de todo más que nunca. Y me está sentando GENIAL. Sé lo que quiero, dónde está y dónde, en cambio, estoy perdiendo el tiempo y esfuerzo. Estoy conociendo a mucha gente, gente que tiene cosas que me gustan y gente que no me gusta nada, pero aun así es un cambio. Son nuevos aires, veré como se desarrollan los acontecimientos a partir de aquí...
Y me voy a callar ya porque no me apetece seguir hablando mucho. Esta es la tónica general. Todo va a ir mejor, no porque lo crea. Sino porque voy a hacer que así sea.