Creo que estoy corrupto
y mi creencia se convierte en certeza a pasos agigantados
Creo no tener remedio. Ni salvación, solo teatro
una farsa interpretada con tiento que poco a poco se descubre la cara
y muestra mi auténtico yo. Un ser muerto, hace años asesinado
No sé quien me ha matado, ni cuándo he muerto.
Pero hace tiempo que no siento nada salvo miedo
asco, desprecio, aborrezco todo cuanto me envuelve.
Todo cuanto ante mí se halla escampado.
¿Amor? ¿Amo ya algo? ¿Amo todavía cosas?
Mi vivir es una existencia cansada
extraviada por alguien en un absurdo cuadro
de coincidencias sin gracia.
Mi sentido del ridículo me invita a marcharme ya de este circulo
de este circuito tártaro tan raro
Me invita a irme para siempre.
Perecer en el ser inerte que tanto tiempo para mí me he deseado
Tal será la culminación de este caso tan apócrifo
entonces ¿terminamos?
¿Qué de cuanto me rodea es verdad?
¿qué en este mundo vale algo?
¿Cómo, acaso, oso actuar sin sentir, fingiendo, interpretando?
Insulto todo lo que un día por mí fue respetado. Ya nada me aporta algo
Sólo la nada se me ofrece como remedio a una vida sosa
a través de un baño, un cuchillo y algo de detergente con el que quitar la sangre después.
Tonteo con esta idea de la muerte sin sospechar el daño que puedan hacer mis palabras
me gustaría pensar que es sólo una etapa
pero ¿de verdad se puede ser tan simplista?
No tengo más anuncios que dar
solo la enumeración de unas dudas sin lógica, ni respuestas, y sin ideología
Yo sería el perfecto fascista,
podría ser el mayor genocida
y aún me atrevería a bostezar en medio de acabados cuerpos sin vida
si es que la vida es algo con valor
valoro yo poco las cosas
¡Ah! las arañas.
¡Ah! hermanas mías...
Dejadme un hueco en vuestro suspenso
que no ocupo mucho espacio y vuestro hogar es el más cálido no-lugar
donde gastar en nada, en la nada. Esta nada de vida.