Me gusta esto. Esto de tener un blog digo, esta guay, creo que es un buen ejemplo de la madurez, o más bien transición de mi subconsciente. Habrán observado, aquellos que me conozcan, y especialmente aquellos que me lean -Si es que lo primero es posible sin lo segundo-, que muestro un carácter un tanto hostil hacia la realidad y sus estrambóticas formas de representación. Pero lo cierto es que no estoy del todo a disgusto aquí, para que mentiros, me siento una mancha más de este cuadro abstracto que es el mundo. Una figura deforme reflejada por un espejo cóncavo. Un espejo que deforma todo y a todos.
Y sí, paradójicamente creo que los artistas somos tan insatisfechos como felices. Odio este mundo, y a la vez amo a cada una de sus pequeñas cosas. Uno acaba preguntándose: si todos queremos lo mismo a fin de cuentas, la felicidad ¿por qué este mundo es tan horrible? si tenemos una idea compartida acerca de los buenos valores ¿por qué nos herimos los unos a los otros? ¿fuimos hechos para la discordia? ¿para la matanza? ¿si es así por qué reconocemos como buenos los valores que ensalzan la vida? ¿fuimos hechos para el amor? ¿para la esperanza? ¿Cómo sé si lo que hago, cada pequeña cosa que considero buena, lo es realmente si otras personas pensando que hacían lo bueno hirieron a otras? ¿debemos entender que hay personas buenas y malas y esto es una guerra entre dos bandos? Si es así, ¿debemos acabar con el lado que degrada la vida? pero, si así lo hiciéramos ¿no nos convertiría eso en opresores de la libertad y por tanto degradantes de vida? es más ¿somos nosotros los que nos posicionamos en un lado u otro de la balanza o es nuestra experiencia y/o genes quienes deciden? y si estos últimos (empirismo y biología) son quienes toman la dirección de nuestra vida ¿qué es la libertad sino el cumplimiento de un cometido encomendado por el destino? entonces ¿para qué vivir si tu vida ya esta planificada? ¿felicidad? dulce ideal, pero eso nunca nos es suficiente a aquellos que alcanzamos a realizar estas preguntas intempestivas. Es un incansable deseo por conocer. No nos basta la pregunta, queremos respuestas, y no sabemos como hacernos con ellas. Por ello dedicamos nuestras vidas a pegarnos cabezazos contra paredes de hormigón. Desarrollando teorías, teniendo ideas, investigando, leyendo a otros que se preguntaron esto mismo tiempo antes... Y finalmente escribimos nuestra obra creyendo que sin duda debe ser la culminación de todo saber metafísico. Pero nunca es así. Sin embargo, y desoyendo la tradición, yo, por no ser menos, me proclamo aquel que averiguará la verdad tras la máscara. Yo cambiaré el mundo. ¿a qué? ¡Ah! no sé, ya veré, aun me queda un largo camino que recorrer.
Esto es muy importante. A partir de aquí este mensaje está dirigido a las siguientes generaciones. Aunque la duda nuble vuestro deseo de falsa felicidad, debéis de conservarla, pues después de todo, hay algo que si tengo claro, y es que existimos, aunque solo sea como sombra de una ilusión, existe la gente, y ésta a su vez no es mas que los principios y valores que rigen su vida, a fin de cuentas estos serán lo único que cobre importancia.
Bien pues, como seres existentes en un mudo de perceptibles realidades, hemos sido creados. Creados ¿por quién? ¿por una simple casualidad cósmica, astronómica, física. química y biológica? Aceptar esa idea sin duda es fácil y cómoda. Pero caeríamos en un sinsentido. Si todo se explica mediante ciencia, el qué hacemos aquí es una pregunta obsoleta. Absolutamente nada, no hay razón para vivir mas que cumplir una función como mamíferos en el ciclo de la vida. Y sinceramente, por muy poco riguroso que parezca mi defensa, rechazo esa opción por el mero hecho de que no me agrada. Tal vez sea una atrofia de mi subconsciente, perfectamente explicables por medio de impulsos eléctricos, pero no contemplo la posibilidad de que todo esto sea para nada. Todas nuestras preguntas, deben tener respuesta. Quizás carezca de argumentos lógicos para demostrarlo pero una corazonada tal como la mía, la considero motivo suficiente como para no desistir en el empeño.
Por tanto, si tomamos el hecho de que debe existir un porqué de esta existencia debe residir en el desenlace de ésta, así como la función de un personaje en una obra se explica por la conclusión de ésta última y de como él ha influido en ella. Si fuimos hechos para la matanza, moriremos asesinados por nuestras propias manos. Si por el contrario fuimos hechos para la armonía. llegará el día en que los conflictos sean resueltos de forma diplomática y justa, y donde todos vivamos en paz y respeto los unos con los otros.
Por eso es tan importante que se continúe esta tradición filosófica. Solo si al final siguen habiendo filósofos alguien podrá decir: "el destino del ser humano ha sido siempre..." y no se equivocará, finalmente alguien tendrá razón.
En este mundo, todo y nada ha sido escrito sobre filosofía. Eso es porque no hay certeza de nada, solo debemos ser fieles a nosotros mismos, pues, seamos hijos de Dios o del Demonio solo actuando como nos dice nuestra razón habremos tenido una vida plena y legítima. En tu mano está el elegir el destino, erradicar la vida o ensalzarla. Está en las manos de cada uno, nosotros decidimos el destino con cada uno de nuestros actos y es por ello que debemos de luchar con todas nuestras fuerzas por la causa por que fuimos creados, que no es ni más ni menos que a la que nosotros nos encomendamos.