El eclipse de las lunas

Cuando las nubes invaden tu espacio

cuiando el sol niega su abrazo

cuando las estrellas caen

sin encontrar caida en un regazo

Si el suelo es donde caes

y miras el firmamento

esperando ver una luz

algo que te saque de tu miedo

Si sólo ves sombras

y en tu camino no hay comoda

cama en la que yacer

desfalleces... o creces

No hay lugar para los no valientes

no hay segundas oportunidades

o eres comido o cazas

por supervivencia, buscando la esperanza

una esperanza que no encuentras

y el camino es duro

y nadie ayuda, nada te alienta

las nubes cubrern tu brillo

y el sol tras la Tierra

 y sigues aunque sin fuerzas

y no caes porque aunque nadie lo vea

tú siempre serás tú

y anque sin luz

te sientes llena.

Sé como luna nueva

y que te guien las estrellas.

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Puede que detestara todo aquello, pero ¡¿quién te dijo que podías hacerlo desaparecer?!

Todo desapareció y quedó la nada vacía. Y cuando se perdió hasta la esperanza, solo quedó... el sarcasmo. Rompió a llorar por no romper muebles y no pudo soltar ni una lágrima.

Daba igual, nada importaba, porque el todo era nada, y en la nada más absoluta se sumergió. Y se negaba, una y otra vez, mas no desaparecía, ahi quedaba él. Y no quedaba en él cosa alguna, solo vacío. Y sufría, y quería desaparecer.
¡Adelante! soldado valiente.

Adelante espera la muerte....

La sonrisa pútrida

- ¿es posible? ¡¿te atreverías a negarte?!

- No, casaré y seré casada. Actuare como una, seré fiel y obediente, cumpliré mis deberes y obligaciones; sonreiré en publico y me mostraré feliz; prudente en mis comentarios y siempre conforme con mi matrimonio; seré buena madre de hijos y cumplidora esposa, ni una palabra de desagrado, nada; ninguna de tus preocupaciones nacerá de mí, nada de mi, no te daré posibilidad de queja, no me verás llorar. Mas serás desdichado pues habrás de vivir en mi tumba. Habrás de vivir allá donde el sol nunca ilumina y donde las estrellas nunca brillan, donde la lluvia no moja ni la ventisca arrecia, las hojas no caerán al otoño ni las enredaderas subirán los muros en primavera, las aves no harán nidos en el techado y las flores crecerán pálidas y no darán aroma; el agua que te de no saciará tu sed y mi comida no alimentará, la cama no traerá descanso ni el cierzo aire alguno; todo será silencio, aunque a veces hable. Todo será una mentira, yo moriré con el sí quiero y en silencio, y tú creerás tener esposa, más solo serás un necio que yace con una muerta, con alguien sin alma ni vida. Serás tan desdichado como yo, pues aunque actúe sólo interpretación fingida será, sólo un ruinoso baile solitario que interpretar hasta que la parca quiera. Y desearé que llegue pronto, eso seré. Sombra, polvo desvanecido, la muñeca más mecánica, una marioneta y tú serás mis hilos, pero nunca mi vida, tus artimañas pueden mucho, pero no conmigo, te daré mi resto de días, más no mi vida, más no mi ser. Ahora permíteme querido que te arregle el cuello de la corbata.

El valor de una vida

¿cuánto vale una vida

que no merece ser vivida?

¿cuánto vale una tibia

agua que se enfria... ?

a cada segundo

a cada instante

¿cuánto vale enfriarse... ?

hasta desaparecer

en el témpano de tu suerte

¿cuánto vale una vida?

¿cuánto vale si es gastada

entre lágrimas de orgullo

entre pesadas autoimpuestas cargas... ?

definida entre estragos

brotada de la indiferencia

amarrada a una esperanza

que muere en el dia a dia

una esperanza ingenua

de una ingenua vida

¿cuánto vale una sombra?

¿cuánto vale una tranquila

vida entre las cumbres

de la nada más fría?
¿cuánto vale mi vida?