Una nueva entrega del present 1. Ya lo tenía un poco abandonado pero no me gusta escribir a la fuerza y sin inspiración. Hice este blog principalmente para sacar todo lo que tenía dentro, y si me forzara a seguir los presents probablemente acabaría abandonándolos del todo. Para leer la historia completa: *muerde aquí*
La reina yacía tumbada sobre una montaña de cojines de su color. En frente suya una alta ventana mostraba una panorámica vista de la nieve cayendo sobre un vasto jardín precioso. No se sabía que era más blanco, si la tez de la joven o los copos que caían. Estaba tumbada hacia abajo y su espalda se arqueaba de forma imposible entre la comodidad del algodón. Removía tranquilamente una infusión mientras disfrutaba del paisaje. Sus piernas de grulla estaban cruzadas vestidas con unas medias de rejilla y de sus caderas bajaba una falda que no llegaba muy abajo.
-Hojalata si aprecias tu vida, deja de mirar. Dijo sin quitar la vista del cristal
Su acompañante sonrió. -Nada está más lejos de la verdad que lo que usted imagina, mi reina.
-No seas hipócrita. ¿Trajistes al conejo?- Sopló dentro de la taza y dio el primer sorbo. Aun quemaba.
-Aquello que querías de él únicamente, me temo.-
-Sabías entonces lo que quería de él ¿No es cierto?
-Tenía cierta idea.
Suspiró. -Tu misión era el conejo no el libro. Pero no me enojaré, el libro también me es útil. Sin embargo, la próxima vez que te pida algo haz aquello que se te encomienda. Deja el libro aquí y retírate. Supongo que estaremos de acuerdo en que sin premio, no hay recompensa alguna. ¿Verdad?
Esta última pregunta la formuló girando la cabeza y lanzándole la más feroz de sus miradas.
Aquella era la situación más desafortunada para Hojalata, quien no dejaba de preguntarse que querría la reía del conejo blanco. Fuera como fuera, ella le seguía necesitando y por eso no lo había despachado con presteza. El conejo blanco seguía libre de todas formas. Salió de la habitación, no sin antes deleitar sus pupilas una vez más con las deliciosas piernas desnudas de la reina. Sin duda, la juventud había sido generosa con ella.
Cerró la puerta saliendo al pasillo. Una chica, apostada sobre el marco de la puerta de una habitación cercana sonreía. Tenia el cabello rojo, era su característica más destacable. Ligeramente ondulado. Muy bonito. Ojos grandes y ardientes. Sus labios completaban la triada carmesí de su cara. Oculto su cuerpo por una capa oscura hasta los tobillos, ocultos éstos en botas negras. Intercambiaron miradas. La una fogosa y tenebrosamente feliz; la otra aun decepcionada y confusa. Hojalata no tardó en irse, y la chica entró entonces a la habitación.
Cerró la puerta saliendo al pasillo. Una chica, apostada sobre el marco de la puerta de una habitación cercana sonreía. Tenia el cabello rojo, era su característica más destacable. Ligeramente ondulado. Muy bonito. Ojos grandes y ardientes. Sus labios completaban la triada carmesí de su cara. Oculto su cuerpo por una capa oscura hasta los tobillos, ocultos éstos en botas negras. Intercambiaron miradas. La una fogosa y tenebrosamente feliz; la otra aun decepcionada y confusa. Hojalata no tardó en irse, y la chica entró entonces a la habitación.
-A pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, Queen. ya apenas sales de esta habitación. Tus súbditos están ociosos.
-Estoy cerca Pandora, no necesito distracciones. Estaba leyendo el libro. Estaba próxima a la última página.
Su posición seguía siendo la misma.
Su posición seguía siendo la misma.
-No, ya lo sé. Pero comer sí, que un cuerpo no se alimenta solo con hierbas en agua. Cogió su taza mientras se arrodillaba junto a ella. Le dio la vuelta y encerró su cadera entre sus rodillas. Se llevo la taza al labio inferior. -A si que solo soy una distracción. ¿eh?- Bebió al tiempo que la reina se incorporaba.
-Vamos, sabes que no es... La callaron los labios rojos y juntas, compartieron el primer sorbo.

He leido con curiosidad el resto de los capítulos y han sido... increibles.
ResponderEliminarLa historia jamas contada de la Reina de Corazones, sadica y con un toque sangriento...me encanta.
Estoy ansiosa de poder leer mas capítulos de esta historia, me tienes en vilo.
Lena
Me alegra que te guste. No estaba seguro de haber mantenido el nivel de los otros relatos, me alegra que haya gustado. Lo cierto es que el primer relato lo escribí sin expectativas de escribir un segundo. Más tarde me imagine el encuentro que narra el segundo relato y de ahí una historia entera que me interesó y que intento desarrollar. Ojalá llegue al final y no pierda el interés. Desde luego tus palabras animan ha continuar con él y desde luego que no pienso defraudar.
EliminarSi te ha interesado permanece atenta, proximamente: "piromanía rojiza" [vale, eso ya ha sido muy de anuncio -.-"]
Un abrazo, Príncipe.