La eterna agonía de un porqué sin respuesta...

sábado, 22 de junio de 2013

Eso es.

Cuando se apresa
y se disfruta en inexpresable sentido
con certeza
es vida, es deseo, ese es el camino.

jueves, 20 de junio de 2013

Que cosas ¿eh?

Quiero compartir con mi poco público una frase que de alguna forma me ha estado dando ánimos desde hace mucho:

"los días que parecen repetirse uno tras otro cambian poco a poco el futuro"

Esta frase la escuche en una canción y no supe por qué pero, en aquel momento, sentí que de alguna manera estaba predestinado a escuchar esa frase, que por algún misterioso artificio casual esa frase había sido escrita para mí. La repetí miles de veces en mi cabeza y no le encontraba significado pero en realidad era la frase más esperanzadora que me podían decir. Significa que aunque viva de la misma forma que el resto aun puedo aspirar a un final diferente, que aun tengo salvación, lo cierto es que ni siquiera sé bien que me asusta o de que huyo tanto, supongo que tan solo quiero escapar de ser una vida más que se cuente entre un millón de etcéteras. Creo que lo que temo es a perder una identidad... este mundo es tan triste, solo tenemos un nombre y una cara, el resto también son vidas... pero exactamente ¿qué se supone que soy? ¿Por qué todo esto? ¿Quién me recordará tras mi muerte? ¿Cuál es el sentido de la existencia? ¿Simplemente ser "algo" para luego dejar de ser lo? Es tan triste que es mejor no pensar en nada y vivir tu vida de forma pacífica y caprichosa.

Si querido y minúsculo público, en estas preguntas son las que me ocupan y preocupan. Por ello aquella frase recitada en los brazos de una música melancólica y cálida me reconfortó tanto, alguien de repente me dijo que mis días de sin sentido, mis días de superflua simpleza, de alguna manera cambiaban poco a poco mi futuro, que de alguna manera no seré "nada".

Estoy loco, sí... pero aun tengo alguna oportunidad en este mundo de desidia ¿por qué? me lo dijo una canción.

Who

No sé quien soy, saberlo implicaría que tendría que comportarme de una forma concreta todo el tiempo, si no lo sabes simplemente vas poniéndote máscaras improvisadas en cada momento, cada vez la que te parece. Es divertido, lo malo es el vacío que ello produce...
Últimamente tengo un par de ideas que me vuelan por la cabeza a si que he pensado que voy a organizar historias con relación en diversos grupos llamados "Presents".
Los pondré debajo de las entradas (junto a "Poesía") y en ellos se recogerán pues como vengo diciendo relatos e historias que presenten algún tipo de relación o que yo crea pertenecientes al mismo género y/o temática.

lunes, 17 de junio de 2013

Joder, sí. Y es divertido.

Es raro, esto de ser joven y tal, no sé es como una rallada mental a toda hora. A veces pienso que no me entero de nada y al momento siguiente que soy el único que se da cuenta de las cosas. A veces pienso que actúo como un idiota y al siguiente que la gente debería madurar más... No sé creo que la gente es estúpida, hay mucha gente estúpida últimamente. Y no mola nada.
Me siento un poco como en la cresta de la ola ¿no? ese momento en el que dices: nada me puede ir mejor, e inesperadamente la cosa mejora de alguna forma. Pues eso. Es como si mi vida fuera un relajante paseo en barca y no quiero que se acabe. Estoy muy a gusto. No es que todo sea perfecto, es simplemente que todo está como tiene que estar, esto puede ser contradictorio, pero a veces el mal rollo y el caos tienen su punto de atractivo.
Pero todo es muy confuso... es una avalancha emocional que te desborda por momentos, a pesar de todo me encanta este yo de ahora. Tengo amigos a los que odio y quiero a partes iguales pero siempre nos estamos riendo juntos, o apoyándonos simplemente. Es genial, no sé. es guay creo...

De modo que aquí seguimos intentando dar siempre un poco más de nosotros mismos (que expresión más tonta). Siempre intentando correr más que el reloj, yendo un paso por delante sin que nada nos afecte pero es inútil, el mundo siempre nos tumba pero nos levantamos y seguimos de alguna forma, caminamos sin rumbo hacia alguna parte, esperando tomar las decisiones correctas, preocupándonos, solo intentando ser maduros. Intentando no dar demasiado la nota. Y, si la damos, procurando que sea para bien.
Esto somos. En esto nos hemos querido convertir. La vida sigue su curso y quien no la surfea se encalla en el arrecife de la puerilidad y se queda así durante mucho tiempo. Es muy patético, y a la vez bastante triste. A si que procuramos avanzar, cuanto más rápido mejor, sin parar un instante, sin dejar de darle al coco. Pensando siempre en algo con alguien siempre en la cabeza. Una chica, un amigo, una amiga, los padres... (¡buf! los padres...) siempre pensando en lo que viene después. Siempre esperando encontrar esa preocupación que nos ocupe por completo.
Creo que necesitaba escribir algo así, por muy estúpido que resulte creo que así es como veo yo la vida a los 19 años, se que ha sido una entrada un tanto rara y poco común pero no os preocupéis que se acaba ya...

sábado, 15 de junio de 2013

Hoy me he dado el primer baño del verano, estaba yo solo en la piscina. O sea había más gente pero yo no la conocía de nada. Me ha gustado, aunque ha sido un baño de lo más corriente. El agua de la ducha estaba muy fría, he metido un pie en la piscina y aun más fría pero en cuanto me he tirado se ha pasado todo, he nadado un poco y de lo más a gusto. Además hacia un solecito de lo más bueno, ha sido muy guay no sé. He pensado que al libro de el guardián entre el centeno le falta una escena donde el protagonista estuviera sumergido en alguna piscina o algo así. Resultaría muy inconveniente considerando que todo ocurre en invierno y los otros aspectos. Pero cuando leía el libro sabía de que hablaba exactamente, y ya os digo, faltaba una escena de el protagonista sumergido en agua, no hay nada comparable a esa sensación. Seguro que el protagonista sabe a que me refiero. Ayer mi madre me regaló un colgante muy guay que había hecho mi prima y que había exhibido esa misma noche en una exposición. Mola mucho. No sé a mi me gustan mucho esta clase de cosas a si que...


Bueno pues eso es todo por ahora.

jueves, 13 de junio de 2013

La estrella y la gata.

La tristeza despuntaba en sus iris como el sol al alba en un mes de invierno, remota pero latente.

La habitación era el típico tugurio de una comisaría: pequeñas ventanitas, unas junto a otras, daban al pasillo estrecho y mugriento por el que había llegado; viejas estanterías repletas de ficheros, códigos penales.... Pequeños jarrones y demás estúpidos objetos decorativos parecían querer dar un aire más humano al lugar. Inútil intento.
Las paredes necesitaban una urgente mano de pintura, se veían incluso si no te fijabas sucesivas capas marrones cuarteadas como tierra en época de sequía. Pequeños marcos con fotografías se erigían en las paredes orgullosos. En ellas se veían al agente estrechando la mano de esta o aquella autoridad no tan conocida como él sospechaba al colgar esas fotos. Era casi bochornosa la caricatura que él mismo se hacía con aquella exhibición.
Pero sin duda lo peor era la silla en la que estaba sentado Nino. Una silla de madera incomodísima que le hacía a uno preguntarse: "¿qué no estaría yo más cómodo en el suelo?". Fuese o no así, la decisión no la tenía él. En fin. Suspiró, se aclaró la voz y empezó:
-Para comenzar a hablar de la pasada noche debo remontarme aproximadamente cinco meses atrás cuando conocí a Gerard, El noctambulista.
-Espere. ¿noctambulista ha dicho?
-Sí, era noctambulo y una amiga de ambos, una vez, le dedicó una poesía donde le llamaba noctambulista en lugar de noctámbulo para que encajara en la rima de un verso anterior. A Gerard le encantó la poesía y desde ese momento se puso ese adjetivo de sobrenombre.
-Ajá... Una conmovedora historia.- Dijo desinteresadamente mientras llenaba otra copa. -Continúe... Se le notaba claramente cansado. ¿Por qué querría escucharle? Está claro que a sus ojos tan sólo era un alborotador. Para él la gente de su profesión no era más que ratas holgazanas que no sabían como ganarse el sustento. Entonces ¿por qué este interés? ¿Qué querría escuchar? Habría bastado con que leyera el reporte y Nino hiciera algún gesto afirmativo después de su lectura para devolverle al calabozo y que al cabo de unos días tuviera un breve juicio, probablemente ni digno de tal nombre.
Pero no, ahí estaba, con ese esperpento humano frente a él que le miraba de vez en cuando, ojeaba el archivo de vez en cuando, miraba sus idolatradas fotografías de vez en cuando y bebía de su sucio vaso. Esto último era lo que hacía con más frecuencia.
Nino por contra, tenía frío y estaba muy incómodo ¡lo que hubiera dado por levantarse! Pero aquel hombre quería una historia, tal vez sólo quisiera holgazanear y le bastaba escuchar una historia el resto de la jornada.
-A las ocho de la tarde salí del teatro. Había quedado con encontrarme con Marie en la puerta del café "La luz". Se me hacía tarde, así que llamé desde una cabina al café para que la avisaran de mi retraso. Vamos mucho por ahí el dueño ya nos conoce.
Creo que llegué cuando pasaban quince minutos de la hora acordada. Ella me golpeó en el hombro cuando me acerque sin el más mínimo indicio de disculpa. Es una mujer bastante violenta ¿sabe?
-¿Y que pintaba Gerard en esta noche?
-Ahora llego. El caso es que el plan era el mismo de siempre, beber unas copas mientras charlábamos de cualquier cosa, luego cenar algún bocadillo en la rambla, en alguna terraza. Venía Elisa, casi siempre cenaba pasadas las nueve, nosotros la esperábamos fumando uno o dos cigarrillos. Después nos acercábamos a la casa de Toni y le recogíamos para ir al salón de espectáculos la cigarra, que en realidad es más bien un escenario donde un montón de fracasados intentos de artistas van a hacer el ridículo. De vez en cuando sale algún que otro genio, pero su amor propio no les permite pasearse por un antro así muchas noches seguidas. Nosotros vamos porque allí toca Estela. Es la pianista de la cigarra, toca música ligera durante la tarde y por la noche toca para cantantes novatas que precisan acompañamiento musical.
-No me está quedado del todo claro, ¿esto sucedió anoche o nos hemos remontado cinco meses atrás?
-En enero creo, mediados de enero, hace unos... cinco meses, sí.
-Ajá.... Hizo un ademán con la mano para que continuara pero parecía fijar más su mirada en el oscuro contenido de su vaso, su tercera copa, tal vez la cuarta. No llevaba la cuenta.
-Bueno pues aquella noche ocurrió una de esas cosas que en la cigarra sólo pasan una vez de cada mil. Salió al escenario una artista sin recursos de cabaret. Sin duda aquello era atrevido si considerábamos su publico, compuesto mayormente por hombres con una bragueta sin escrúpulos. Pero nosotros no éramos esa clase de personas que se sentaban a mirar como fornidos hombres elevaban los esbeltos y nada pudorosos cuerpos de aquellas mujeres, proyectos de artista. Por Dios, esas mujeres que se ofendían y sentían el mayor de los bochornos cuando alguien corriente se acercaba para hablar con ellas acabada su actuación. Mirando al resto por encima del hombro... y que incluso se indignaban ante la idea de que La Cigarra no cobrara entrada pese a su actuación. Siempre he detestado a la gente se da aires de grandeza y aun más cuando ésta ni siquiera se tiene.
Nosotros íbamos allí por Estela, porque su alcohol no nos vaciaba los bolsillos y porque nos reíamos un rato si alguna actuación salía de forma desastrosa.
Bueno a lo que iba. Aquella noche apareció en escena una muchacha joven, veinte años tenía. Estaba radiante esa noche. Vestida de blanco con  volantes que rodeaban sus piernas hasta el término de la rodilla, unos mocasines de hombre también blancos; al menos todo lo blancos que ella pudo esmerarse en darles ese color. Bueno pues esta joven, Agatha, cantó una canción con el acompañamiento de Estela.
¡Que canción! Cinco minutos que nos supieron a gloria, jamás había oído una voz como la suya, suave y tierna pero a la vez con una gran melancolía y angustia contenidas. Fue un auténtico espectáculo. Al acabar la gente se sentía confusa, no era aquello que querían ver o escuchar pero hasta para sus mentes primarias les resultó evidente que aquello había sido extraordinario. Ninguno aplaudió, salvo los integrantes de mi grupo, quienes, con los ojos embotados en lágrimas no hacíamos más que aplaudir y gritar: ¡bravo! ¡Sí señor! y demás gritos de una satisfacción que apenas podían contener nuestros pechos.
Acabada esa función Estela terminó la jornada aquella noche y se unió a nosotros poco después, acompañada por nuestra idolatrada Agatha y de su amigo Gerard, el noctambulista.

Continuará...

jueves, 6 de junio de 2013

El temor al anti-

En este mundo, la única ideología a la que temo es a la que empieza por anti-. No importa que lleve detrás, anti significa odio, destrucción. Muerte a aquel que piense o sea de una determinada forma. El anti- es opresor, no importa su signo. Buenos y malos... ¡já! el mundo es un caos donde sólo la propia ideología y condición es la correcta, el resto es el enemigo, eso es todo cuanto se entiende por bueno y malo.
Viva el color, la ideología y la lucha encarnecida en los bares, las ametralladoras de saliva y las bombas de tinta. Pero que vivan siempre y que esa lucha nunca se acabe. Muerte al anti-, no muerte al opresor, sino a la mentalidad opresora.