Por una parte siento que estoy haciendo algo muy importante, estoy rechazando muchas cosas, he comentado a mi madre mi propuesta y lo cierto es que no le ha sentado nada bien, una completa molestia ya que ella es la persona que se encarga de la planificación alimenticia de mi casa. Me sabe mal por ella pero lo cierto es que yo estoy feliz. En contra de ese sentimiento algo nostálgico y triste -no sé muy bien como definirlo- me queda un sentimiento de gran satisfacción, de nuevo siento que estoy haciendo algo que me está alejando de un embrutecimiento del mundo. Por fin puedo decir mientras respiro algo más tranquilo "no pertenezco del todo a ellos". Lo mejor aun está en que ahora que he tomado esta decisión me siento más capaz y en cuanto me demuestre que puedo tomar este cambio de actitud. Esta apuesta por la vida y por un trato respetuoso y cariñoso con los animales me da que pensar, quizás este sea un nuevo comienzo, un nuevo y fortalecido intento, no ya de cambiar el mundo, sino de cambiarme a mí con respecto a lo pautado por este mundo con tantas facetas detestables.
No sé si lograré cambiar en algo el mundo pero creo que este es el comienzo de un bonito intento.
Me gustaría cambiar el mundo, claro que sí pero el mundo es muy grande y se avanza con pequeños pasos, yo solo espero poder ser uno de esos pasos, y contribuir con algo, que aunque no sea significativo en cifras globales. Es muy importante para mí. Sólo espero que esto no se quede en nada y verdaderamente alcance mi objetivo de no volver a participar en la actividad de tortura y cruel asesinato de seres vivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario