La eterna agonía de un porqué sin respuesta...

miércoles, 5 de marzo de 2014

Hécuba

Llanto desgarrado en la noche, tiniebla que el velo del hada marchita eleva
cual voz de quimera apedreada por sirenas profundas que se alzan en matanza
rebaño de madres que imploran penas capitales a sucios tiranos, caudillos de guerras impropias.
Rojas fantasmagorias teñidas de bronce
carros tirados con el llanto mudo que el alma encoge
Frenesí en flores de loto recientes desbocadas de cólera carmesí que cosecha una pena terminal
Nada hay como muslos tendidos, resecos pintados de negro muerte cuasi azabache,
lanza entre sales,
tierra enterrada entre rizos rubios,
responden mujeres con rojos ojos embotados en buenos deseos de más allá.
Sólo eso queda.
Lamento, pena.
Y un Hades incierto y
un rey, y un futuro rey,
y un reino y miles de soldados
con la niebla inundando sus ojos.


1 comentario:

  1. Quién mejor que ella para mostrar el dolor de la perdida. La muerte de un hijo puede enloquecer y llegar a que se comentan locuras.
    Porque las historias antiguas no son tan lejanas como creemos.
    Lena

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