La eterna agonía de un porqué sin respuesta...

domingo, 9 de marzo de 2014

Manual para dadás; Victorias y Derrotas; y otras pajas mentales.

Vamos a ver si pensamos un poco, señores
esta patraña no puede seguir
me siento indignado, consumido en orgullo
pues os atribuís un titulo que en vuestra persona tornase fatuo

Los clásicos asentaron las bases sólidas y cimientos
El renacimiento lo hizo florecer y lo elevó con grandes torres a los hermosos cielos
El romanticismo decoró su forma y lo embelleció con grandes pretensiones correspondidas
Llegaron los impresionistas con martillos de acero y destruyeron en canto alegórico grandes estructuras
Finalmente, vanguardias, explotaron calcinando todo castillo construido, una ignición que desmembró la idea de arte

Y ahora... ¿Qué?
Vamos a ver si pensamos un poco, señores.

Que os veo perdidos.
Las vanguardias pasaron con las catastróficas guerras.
No queráis hacer vuestra, una pena y desesperación, una falta de fe que no os corresponde
ni en tiempo ni en lugar.
El castillo ya ha sido destruido, desmembrado en todas sus partes.
Ahora lo que pretendéis hacer es patético, no se puede mirar a Miró para aprender a pintar.
Los fantasmas del surrealismo se disiparon con la metralla de las paredes de las ciudades europeas.
No os veo más que poner pequeños petardos entre escombros del antiguo castillo del arte llamado clásico, haciendo polvo algo ya derruido, ya carente de valor.

Vuestro arte no es nada pues juega a nada con la nada


Y si queréis reivindicar la nada no lo parece, os creéis dadaistas pero sois dadás a secas, niños que juegan con sonidos guturales, sin significado, sin saber, creen hacer algo que es hablar, pobres infelices.
Tenéis mucho que aprender. En primer lugar. Pensad, que hacéis, con que fin, que bello sentimiento os mueve. Porque el arte, para serlo no necesita ser una representación bella sino salir de un bello y puro sentimiento. Si un artista no pone sentimiento en su obra, o no es artista o la obra no es obra sino cosa. Y entiendo por cosa el calificativo más bajo que puede recibir una obra pretendidamente arte. Para que nos entendamos, arte es arte cuando el artista ha muerto y su persona y voluntad, corazón y alma se manifiesta en los cuadros que dejó. Antes de su muerte, su arte son solo obras. Habrá que esperar a después de vivo o a una época muy tardía de su vida (si se tiene suerte) para decidir lo que es. Es fácil labrarse amigos que vayan a tus exposiciones y recibir buena critica de críticos dadás. Pero cuando mueres tus amigos no tienen porque serlo de tu obra, puede caer en olvido vacuo y volver al polvo de su amo que los creó. Pero ¿Sólo lo conocido es arte? no, todo tesoro escondido no deja de ser tesoro por no haber sido encontrado, pero es un arte desnombrado, arte mudo que no llega a nadie, triste arte. Olvidándonos de este tema. Volvamos: Hay que pensar lo que se quiere hacer, la burda imitación jamás será arte. Yo con mis obras intento hacer algo propio, algo mío, reconstruir un castillo de altas vidrieras rojas y negras en lo alto de las nubes, donde nadie la alcance jamás, donde pueda permanecer mi estatua de príncipe, eterna e inalterable, entendible por pocos, alcanzable por ninguno, un castillo ocre y negro envuelto en nubes de lluvia. Ese quiero que sea mi legado, un castillo más allá de la tierra pútrida y malsana y sus guerras, quiero la independencia con este mundo elevarme y hacer mi arte algo más altivo, digno de ser recordado, no manchado por sucesos particulares, quiero un arte que incendie todo y se elevo con el humo de la cálcine, quiero derramar esa lágrima en los ojos de algunos, de los lúmenes eclipsados por la tierra que pisan y que esta lágrima le susurre al oído que no están solos, que tienen un príncipe luchando por su causa. Esa es mi férrea voluntad.


Los dadás tenéis otra, queréis hacer cuadros como quien hace zapatillas o cualquier otro oficio y pese a que vuestro trabajo se resume al de artesanos de una industria que yo bautizo como esputo pueril, creéis lo vuestro elevado, cuando está manchado y ensuciado, el arte no es romper por romper, la revolución rompe pero encierra una voluntad y deseo tras la rotura. Vosotros rompéis por romper, por el placer de romper. Triste causa la vuestra. No es que la gente no entienda el arte, es que les estáis tomando el pelo. Por que el arte claro que tiene explicación, pero no racional. Que no exista un método, un discurso eficaz para explicarlo no significa que no cobre sentido con el sentimiento. El arte consiste en coger lo particular, encontrar su pura esencia sin mancha, escoger el símbolo que la represente, y expresarlo con la intención de llegar a todos los tiempos y lugares, es decir, a lo universal. Ahí reside la explicación del arte. Alguien que hable sólo para si mismo en un idioma extraño no es artista, alguien que hablando de si mismo en su propio idioma y sea capaz de llegar a otros, sí.

Los artistas no sólo son propios cuando hacen sus obras, son propios, cuando comen, cuando hablan, cuando caminan, desprenden de ellos un aura de autenticidad, son auténticos personajes principales en el teatro del mundo, pues solo de ellos se acuerda un hipotético espectador, porque arte no son las obras del museo, arte es toda la vida del artista. Y mira el vulgo la persona iluminada y desea haber nacido como él, y mira el artista al vulgo y sueña haber nacido vulgo. El artista no es alguien satisfecho, jamás puede estar satisfecho, el artista es una persona en permanente búsqueda de sí mismo y de un igual que le comprenda, algunos lo hallan, otros no, otros simplemente se suicidan. Viven su vida como artistas. El artista es aquel que aprende a vivir con lágrimas en los ojos, y esa tristeza la convierte en bella armonía de frustraciones y anhelos perdidos por una vida miserablemente paupérrima de angustiada soledad muda. Un artista es aquel que no entendiendo el mundo, es capaz de explicarlo mejor aun que cualquier otro. Un esquizofrénico. Desequilibrado cerebral porque aunque no lo sepa aunque parezca normal tiene un ojo atrofiado que le hace mirar todo distinto y siente la necesidad de expresarlo. Porque un artista sin lienzo sufre como el hambriento.

Una persona podrá escribir bien, estudiar a fondo las palabras y, en su uso, podrán ser adecuadas, pero el arte no es eso. ¿Qué es el arte? nadie lo sabe, ahí reside la magia de todo esto, ¿Por qué todos no pueden ser artistas?... dejo esa pregunta al silencioso aire. ¿Por qué el arte es tan valioso? Precisamente porque no se puede producir en masa. El arte es único y limitado. El arte no es útil pero es lo más necesario en la vida, porque el arte es lo que le da valor y sentido a ésta. Esa singularidad, esa individualidad que todos queremos sentir con respecto al otro, ese yo que queremos que sea algo único es precisamente nuestro valor, ¿Por qué la vida humana vale algo incalculable? Porque no volverá a haber otra igual. ¿El arte vale una vida? Por supuesto, porque el arte es lo que la hace eterna. Podrán leer otros tras tu muerte un libro tuyo o contemplar tu cuadro, pero si no hay arte en él no importará quien lo haya escrito. Será un nombre como si pudiera haberlo escrito o pintado otro, no hay diferencia. Pero si plasmas tus sentimientos en él, si consigues hacerlo diferente a todo lo otro, pero no diferente porque lo quieras diferente, sino diferente porque lo haces tuyo, entonces serás artista.

En eso consiste. No es una bendición ni mucho menos, es un castigo nacer con ello. Un castigo que genera admiración. Un castigo deseable quizás. Un castigo consistente en:


La muerte en vida, y la vida tras la muerte.

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