Que huya el pájaro fuera de mí
que mi corazón es jaula
¡huya el pájaro lejos!
que mi jauría lo acecha
y no cesará hasta verlo trizas hecho
¡Huya! Si mi otoño no hizo sus alas caducas
El cemento de mis piernas
que me deja suspenso en la imensidad de la gota
me lleva hacia sí
y sumido yo en la flotante oscuridad
olvido el instinto primario de conservación
Me dejo morir y caer rendido
redimo mi ser y lo presento inocente al mundo
hago de mí, ser inmóvil
hago de mí, obra de arte
forjo en mi pecho mi crónica póstuma
hundo conmigo mis tesoros de bucanero
siempre en legítimo derecho
Huya el mástil fuera del navío
Corra la corriente hacia arriba con el pez
arranque la vida las cadenas de mi ser
libera mi cuerpo en la nada,
mi subconsciente que caiga en un sin-recuerdo
y que más tarde se funda en otro cuerpo
y olvide la patética existencia que fue.
Olvídense de él
olvídense de mí.
guadañas que mi núcleo atraviesan
en yerma tierra os posais
Dios malvado que en mis negras tripas observas
He olvidado lo que es vivir
Mi vida es sólo esperar sentado
a que mi finitud me devuelva al polvo
y desprenderse mi ser, si quedara algo,
de esta tortura titánica a la que fue desterrado con desprecio
Hablando, avisando, advirtiendo
Voz lamento

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