La eterna agonía de un porqué sin respuesta...

jueves, 30 de agosto de 2012

Principe de ojo roto


Lo bueno de ser yo es que no me exijo explicaciones a mi mismo. Sino tendría mucho a lo que responder, y, siendo sincero, no me creo capaz de responder a todo lo que me cuestionara. Creo que actúo de forma prematura, exageradamente romántica y excéntrica, pero no me desagrada esta forma de amar. Pero… ¿a quién amo? Y ¿Por qué? –siempre ese por que sin respuesta…- ¿Qué pretendo? Tal vez no sea ésta mi parte racional sino mi parte pasional, una parte que no me deja vivir de forma normal. Una parte de mí que exige acción, emoción, daño y satisfacción.
Pero creo que no excusa el hecho de que quizás, y sí, digo quizás, me haya enamorado de una chica luxemburguesa de la que conozco poco más de lo que conocería a un completo extraño. Solo sé que esa sonrisa que tiene en una foto suya que encontré por una red social me llena más que… no encuentro comparación poética posible, Solo aspiro a ser la sombra de la sombra del gato callejero que maúlla a su ventana desde la casa de enfrente, con ser eso sería feliz, ahora lo soy, pero un feliz incompleto… y no hay mayor infelicidad que la perspectiva de que aquello que te completa no esta a tu alcance. Amante, amador profundo… y tal vez algo resentido

Amante entre amantes
loco entre locos
delirios de un diamante
suspiros de oro roto

Dualidad perseverante
al alma inconsciente aterra
un corazón amenazante
instintos que a la vida se apegan

Sólo tú eres responsable
sólo a ti es a quien adoro
sólo a ti rindo homenaje
sólo tú eres tesoro

Quítense ostentosidades
que se quiten abalorios
todo cuanto tu piel cubre
espinas son para los ojos

Sin embargo no te alcanzo
espejismo del sediento
tal belleza, tal sablazo
¡atraviesa! ya no siento...

Pues, tuya era mi vida
y ya a nadie pertenezco
si con verte cobre vida
legítimo, si ahora muero

¡Oh! dulce joya
¡oh! cruel destino
toma mi vida si quieres
hazme del diablo vecino
mas dámela en esta vida,
dame todo cuanto es mío.

Príncipe de ojo roto
príncipe de ojo fundido
por tal ideal en ti reunido
quedé ciego, muerto y vivo



No hay comentarios:

Publicar un comentario