La eterna agonía de un porqué sin respuesta...

domingo, 16 de septiembre de 2012

Selenite

"El destino es cruel". Decía yo mientras avanzaba a tientas a la arena. Sólo había un camino desde donde estaba. Un camino que conducía a los leones. Tras de mí quedaba mi pasado, pero la impenetrable fuerza Tiempo me impedía regresar, y poco a poco me arrastraba a mi perdición.

Tan fuerte te creías Príncipe... tan fuerte... pobre idiota.

El sol golpeaba mi cara mucho más fuerte de lo que nunca lo había hecho. Todo un aforo completo contemplaba con entretenimiento mi prometedora actuación, Frente a mí, un león enorme. De veinte metros de alto, pudiera ser de treinta, tal vez más. Sentado en sus patas traseras me miraba con soberbia de gobernante. Yo, le miraba a su vez desesperanzado y abatido, aunque todos parecían verme de forma distinta, ¿quién se pensarían que era? cerré los ojos. Me hallé desolado. Suspire, La fiera realizó su movimiento. Levantó su zarpa negra envuelta en polvo estelar con las uñas desenvainadas y dejó que todo su peso cayera sobre mí.

¿Qué pasó entonces? ... Sólo Dios lo sabe.


Cenizas que aun prenden
cristales que lloran vapor
personas que no comprenden
piérdete conmigo amor

No tenemos remedio
ni tú, ni mucho menos yo
tan solo queda la muerte
la muerte o la rendición

No estés triste si cae la hoja
no llores por la flor
no llores por este ángel
pues no merece algún perdón

Otra gema que se entierra
otra perla sin valor
un príncipe que se encierra
tu príncipe hoy te falló

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