No te pido que me dejes vivo ni que no me dejes pasar la vida a tu lado.
Pero recuerdame de vez en cuando, al menos.
En momentos cualquiera de tu vida piensa por un momento: "uy, ¿qué habrá sido de ese chico tan raro?" con eso tengo suficiente.
Cómprame una cámara, necesito fotos impertinentes de momentos insuficientes en los que recuerde lo mucho que he vivido, porque mi memoria es corta y mis ganas de mantenerla más corta todavía. Fotografía las cicatrices de esta acartonada vida con olor a vino caro, para la pobreza de la juventud, caro; y llena de pretensiones que pretendían disimular un no-saber que me carcomía por dentro. El café cada día está más bueno. Las mujeres cada día me apetecen más. No espero ser una criatura maravillosa. Ahora me basta con no devenir cucaracha del todo. Creo que me hace falta estudiar un poco más para saber qué es lo que quiero y le pido a esta vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario