A los que remotamente lean esto. Hoy es 23 de febrero de 2013. El
invierno está terminando y me siento trágicamente desolado. Últimamente lo
estoy achacando a que no encuentro pareja. Pero lo cierto es que no soy capaz
ni de encontrarme a mi mismo. Es como si estuviera envuelto en una esfera de
irrealidad gobernada por los ruidos estridentes del rock barato al que me
peligrosamente me he aficionado últimamente. Es algo poéticamente pagano. Y
también algo patético. No encentro vida ni dentro ni fuera de mi cuerpo. No se
donde he acabado y tampoco me interesa, que es lo peor. Ayer perdí dos euros y
aun me debato entre si tomar cartas en el asunto para recuperarlos... Supongo
que sí, pero ahora no estoy en condiciones de nada. No quiero nada y nada me
importa ni me interesa; es como si todo, incluido yo, hubiera pasado a segundo
plano. Y me siento muy triste. El invierno se acaba y no quiero sacar la cabeza
fuera de mi cueva. Sé que tengo que continuar, avanzar, encauzar mi vida hacia
algún lado, solo que no estoy de humor. Joder dentro de nada cumpliré
diecinueve, me siento un jodido viejo. Me siento jodidamente mayor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario