Acarició a su hija desde el borde de la pequeña cuna color marfil
mientras susurraba con cariño:
London
bridge is falling down, falling down, falling down, London bridge is falling down... my fair
lady.
Las luces brillaban como estrellas y la
hermosa maleza que los rodeaba, delataba un frío invierno envuelto en lluvias
intermitentes.
-All of this is
yours. Le dije
platonicamente.
-I'm not a
princess.
-Yes, you are...
because I love you, and i'm a prince.
La abracé por la
espalda. -I love you, my fair lady, i love you more than i can not explain. La besé entonces, con dulzura infinita y
cuando los labios se hubieron separado, diéronse cuenta de cuan insoportable
resultaba ese estado, y volvieron a unirse apasionadamente.
Caímos al suelo, uno junto a otro. -Is the
sky mine too?
-It's yours too.
Ella sonrió
felizmente enamorada. -Say you love me.
-i love you, my
dearest.
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