Me sentía tan dramáticamente solo que dejé de sentir.
Ahora no estoy solo. Ahora, simplemente, no estoy.
Si mi espada apuñalase mi resto
si mi fuego se extinguiese
si mi sueño cayese en térreo suelo
si la primavera fuese breve
Campanas sonarían desde el cielo
sonarían aunque nadie las oyese
si este principe renunciara a su asiento
en el trono que le pertenece
Tengo miedo, no escondo que lo siento
por si algo así sucediese
que de la semilla floreciese
mentiras que quedaron en los versos
soy un principe de mi lamento
y no acierto con mi origen
paso dias viviendo sueños
pues la realidad abre cicatrices
Soy débil y pusilánime
más la fuerza retengo
seguiré aunque entre trizas deshecho
pese a las heridas con que cargue
No hay comentarios:
Publicar un comentario