La risa se apoderó de mí
Al oírme decir lo que decía
no podía estar más demente
no podía creer esa mentira
¿Yo convertido en príncipe?
¿Yo dueño de la poesía?
¿Gobernante altivo de cumbres
nevadas regadas en armonía?
Sí, sin duda un yo pasado
nunca creyera esto posible
no creyera ni aun jurando
este relato que hoy es firme
Fui un niño desdichado
inconscientemente príncipe
y al reconocer mi pasado
juré volver a reunirme
con mi corona y mi legado
y arrancárselo a esa esfinge
que tanto los ha profanado
Príncipe destronado
sonríe hoy como antaño
feliz, mas no ilusionado
pagó cara su piel
y hoy nace un nuevo día
y aunque despunta melancolía
es feliz mi vida esta vez.
Príncipe de tus quimeras
no dejes nunca de soñar
que bombee fuerte esa vena
que a todo ser vivo postre
a los pies de su majestad

No hay comentarios:
Publicar un comentario