La eterna agonía de un porqué sin respuesta...

sábado, 19 de octubre de 2013

Canta, oh diosa, la tristeza del príncipe...

Podría mentir, decir
que tu recuerdo no quema
que no eres tú la sirena
que me envuelve en la tormenta

Podría decir que aunque sin ti
nunca estuve solo
pero lo estuve
y en mi nube
aun te añoro...

Y lloran perplejos
pájaros de lejos
que miran y se preguntan
¿qué será aquello tan complejo?
¿quién no les deja tocarse?
¿qué fuerza mayor corrompe
ese deseo?

Y lo cierto es que aun me lo pregunto
¿por qué alejarme de tu mundo?
Eras tan perfecta
tu voz mueve las saetas de mi tiempo
tu luz es mi calma
mi cobardía mi tormento
y el tropiezo de ignorarte
me hizo ver
que realmente
mi amor era todo cierto

Ahora en su papel
solo queda el iceberg
de mi corazón latiendo

Cada latido es puñalada
y cada día que pasa
el ave carroñera de la culpa
me desgarra las entrañas
y se alimenta
y luego a la mañana
intactas
mi vida... tan larga
y el dolor eterno
me enamoraste
ahora, remátame
¡te lo ruego!

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