Empezaba a preguntarme muchas cosas. Cosas que jamás me
cuestionaba. Quería cosas, cosas que jamás había querido. Me faltaban palabras,
por primera vez. Intentaba llamar a Mía como siempre lo había hecho pero me
costaba sentirlal, algo se interponía. Un par de manchas de preocupaciones
distorsionaba la voz.
Hubo un día un príncipe
que decidió cambiar el mundo
un mundo que lo había masacrado
que lo había abandonado sin rumbo
un mundo sumido en desidia
un mundo de apariencia
un mundo sin luz del día
un mundo sin bien ni malicia
Donde los corazones de la gente
sin trabajo ni ganas de trabajar
se limitaba a bombear sangre
como máquinas de electricidad
Y las estrellas se apagaban
y la luna era siempre igual
y el cielo rojo se volvía
y se partía por la mitad
Este príncipe quiso hacer algo
era hacer algo o desfallecer
solo una musa medio dormida
acompañaba su nocturno hacer
Lanzaba gritos desesperados
gritos que en la boca llegaban a arder
como joyas carmesíes que un día tuvo
como aquellas joyas que no van a volver
infancia feliz tesoro
¿soy el único que aun te retiene?
infancia sueños de oro
¿acaso seré el único que te mantiene?
Pese al grueso del camino
pese a los años de mi caminar
a mi lado me acompaña el niño
que sigue odiando madrugar
La historia del príncipe no ha acabado
quizás lo haga sin que nada llegue a
cambiar
aun así proclamo entre tanto acero
que mi vida no será una más

No hay comentarios:
Publicar un comentario