¿A quién rendir cuentas?
¿Quién dice ser mi rey?
si en la tempesta de la batalla
no corto sino por mi ley
¿Quién dice ser mi enemigo?
¿Quién me desafía? Lo enfrentaré.
La fatiga del camino de estar vivo
no descansa hasta verte perecer
¿Quién es mi Dios? Yo mismo
mi suerte fue la que yo me procuré
Y controlando mi destino
mi espada guía mis pies
Es por eso que no creo
en nada que no sea yo
yo soy todo cuanto tengo
y lo defiendo del invasor
Es por eso que me enciendo
cuando tratan imponerme su voz
especulando teorías, creyendo
sólo suya la verdad y la razón.
En la feroz batalla de la vida
no veo más que enemigos,
inclusive entre mis filas
espadas apuntan mi ombligo.
Como Aquiles con sus mirmidones
contra aqueos y troyanos.
Si es lo que dictan vuestros corazones...
Venid a por mí ¡VAMOS!
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